sábado, 8 de septiembre de 2012

Otra Novena


Desde el día 30 de Agosto al 7 de Septiembre he estado predicando la Novena de la Virgen de Consolación, en Utrera, que parece una redundancia decirlo, porque Consolación es Utrera, y Utrera no es sin Consolación, la Consolación de Utrera.

La Virgen, la Imagen, es una iconografía antigua, de fines del románico, sobre mediados del XIII, cuando con la Reconquista empiezan a llegar al Reino de Sevilla imágenes traídas por la piedad de los cristianos, que retornan portando los signos sagrados que la morisma arrasó. La figura de la Virgen de Consolación es de ingénuo modelado, con rasgos apenas esbozados por una talla elemental y una policromía mínima, encantadoramente simple, siendo este inocente tratamiento iconográfico parte de su atractivo devocional, ejemplificando admirablemente ese misterio que comunica lo más inefable con básico rudimento que capta la emoción de los sencillos de todos los tiempos, desde los niños a los simples, los bienaventurados limpios de corazón que ven a Dios. Y a la Madre de Dios, también.

De la talla primitiva se conserva solamente la cabeza y el rostro de la Virgen. Se supone que el simulacro original representaba una figura entronizada, sedente, con el Niño en brazos. Por toda España y la América Española, fue corriente a partir del siglo XVI revestir con ricas telas y suplementos de platería a las imágenes devocionales de Patronas y Titulares, cuyas transformaciones acabaron ocultando las tallas originales, muchas veces irrecuperables luego de los cambios que las afectaron. En este caso, la Virgen de Consolación se reviste sobre un maniquí articulado que sostiene el busto original, solamente, siendo el resto de datación posterior: La ráfaga del XVII, el Niño Jesús del XVIII, las coronas (tiene varias en uso) de los siglos XVIII, XIX y XX.

En 1979 robaron en la ermita-santuario, llevándose los ladrones el Niño de la Virgen, el rostrillo y otras joyas. Para reparar el sacrilegio, el famoso maestro imaginero Don Francisco Buiza regaló otra imagen del Niño Jesús, inspirada en la que sustrajeron los profanadores. Cuando en el año 1980 los autores del hurto impío, arrepentidos, devolvieron la sagrada imagen del Niño y las alhajas, se acordó que la imagen regalada que suplió a la antigua se colocara en una hornacina especial, entronizado, en el interior del camarín de la Virgen.


En su gran retablo, la Virgen se cobija bajo un baldaquino de plata, y tiene otras andas, también de plata, con baldaquino de cuatro columnillas, para ser sacada en procesión en Mayo, cuando se conmemora el aniversario de su coronación canónica, que fue el 1 de Mayo de 1964. Para el 2014 - D. m. - se preparan ya celebraciones que solemnicen el Lº anivº. de la coronación.

Pero la Virgen de Consolación es poco procesional, su tradición devocional, como otras imágenes marianas de culto ancestral, es más bien estática. Hoy, 8 de Septiembre, fiesta de la Natividad de la Stmª Virgen, cuando se celebra su advocación y patronazgo en Utrera, Ntrª Srª de Consolación no sale en procesión, sino que permanece en su camarín, por el que pasan miles de devotos, muchos peregrinos de los pueblos de la comarca de Utrera y alrededores, vestigios de cuando la Romería de Consolación, en el siglo XVII-XVIII, fue una de las mayores de toda España, fama que mantuvo hasta el reinado de Carlos III, que reprimió las celebraciones populares de Consolación a partir de 1771, por verse desbordadas las autoridades de la época, que no podían mantener el orden entre las multitudes que acampaban en torno al Santuario de la Consolación de Utrera,

Después de aquella época de áuge, lo que ha llegado hasta nosotros es una devoción popular sincera, muy constante. Todo el año está abierto el Santuario de Consolación, y todos los días se acercan los devotos a rezar a la Virgen. El dia 8 de Septiembre, sin embargo, la devoción se enfervorece, teniéndose que mantener abierta la iglesia toda la noche y madrugada del 7 al 8, y no se cierra hasta la madrugada del 9, cuando todos los devotos y peregrinos han cumplido sus devociones y promesas. Las Misas se celebran desde antes del alba, a las 6 de la mañana, continuan hasta la Función Solemne de las 12 de la mañana, y siguen luego por la tarde hasta que oscurece.

Todas las tardes de la Novena, entre las preces fijadas para cada día, hemos rezado estos preciosos


Gozos a la Virgen de Consolación

Agradable luz del día,
Dios te salve, que tú eres
Entre todas las mujeres
Perla preciosa, María.

Tú, que diste de mamar
Al mismo que te crió,
Rey de reyes, que es sin par,
Que por Hija te escogió.

Aqueste mundo adornando
Engendraste nueva flor
Que dio milagroso olor,
Entera Virgen quedando.

Con tu ruego soberano
Borra las culpas, María,
Y aplácanos cada día
A tu Hijo y nuestro Hermano.

Por tí, alcanzamos el cielo,
Aquel bien esclarecido;
Limpia al que se ha entorpecido
Con pecados en el suelo.

Cura y sana al lastimado,
Da luz al que no la tiene,
Desata, como conviene,
Mis lazos, que estoy atado.

Madre de Consolación,
pues que tantas gracias tienes,
De esos celestiales bienes
Hinche aqueste corazón.

Da esfuerzo al que titubea
Y ayuda porque te alabe,
Y llévame cuando acabe
A ese reino a do te vea.

Amén


Y para concluir, cada tarde también hemos rezado esta valiosa Oración Final:

¡Oh Virgen Santísima, Madre y Señora de Consolación!, yo os suplico por las entrañas purísimas de vuestra piedad, que alcancéis de vuestro Hijo la gracia que pretendo en esta Novena, y asimismo comuniquéis y alcancéis la extirpación de las herejías, aumento de nuestra fe católica, paz entre los pueblos, libertad a los cautivos, refrigerio a las almas del Purgatorio, reducción y conversión de los infieles y pecadores, salud a los enfermos, consuelo a los afligidos, socorro a los necesitados, amparo a los desvalidos, y a todos los hombres mostréis vuestro patrocinio amoroso con vuestra santa bendición, alcanzándoles resignación perfecta con la voluntad Divina, y la gracia final, para que gocemos el ver y adorar vuestra admirable hermosura, que es la alegría del Cielo.
Amén.


Reconforta encontrarse con la piedad tradicional, la católica de siempre, que ruega por antiguos conceptos, hoy tan válidos como ayer, olvidados por muchos: "...extirpación de las herejías, aumento de nuestra fe católica...refrigerio a las almas del Purgatorio, reducción y conversión de los infieles..." Y juntamente, otros que parecen acuñados hoy, siendo, como son, del ayer más auténtico: "...salud a los enfermos, consuelo a los afligidos, socorro a los necesitados, amparo a los desvalidos, y a todos los hombres mostréis vuestro patrocinio amoroso con vuestra santa bendición".


En su mano derecha, la Virgen de Consolación porta un antiguo ex-voto en forma de nave, el célebre 'barquito', un extraordinario joyel del siglo XVI que una reciente restauración ha reconocido como un perfumador, un vaso de aromas de los que usaban las altas damas de la corte de los Austrias.

Me acordé de las copas de oro colmadas de aromas, que son las oraciones de los Santos, que los celebrantes del Apocalipsis ofrendan ante el trono del Cordero Celeste (Ap 5,8).

Esta mañana he predicado que en el barquito de la Virgen de Consolación se recogen y atesoran las oraciones de sus devotos, las plegarias de sus hijos, nuestras oraciones, que Nuestra Señora presenta a su Hijo, para ser atendidas y bendecidas por su gracia omnipotente.

De las manos benditas de esta Reina fluyen torrentes de Consolación.

Ex Voto


+T.