jueves, 19 de mayo de 2011

Basura de Mayo


No me extrañaría que las dos niñatas góticas de Zp estuvieran entre los piojosos de la Ptª del Sol. Es su sitio. Un barbecho de lo peor que se ha criado en la quasi década zetapestosa, la más repugnante de todas las que llevamos sufridas desde la esperpéntica transición.

A la piara de machos y hembras sociatas de boca deformada por acumulación repetitiva del irónico concepto 'ciudadano', habría que refregarles por su sucia jeta marxista una foto con esa hez de la infra-España akampada en Sol: Son sus liendres, la miseria humana que han multiplicado bajo la costra corrupta del partido de la deshonra y los delicuentes con sueldo parlamentario.

Ni los progenitores degenerados, ni la mancha infecta de su prole jugando a proletarios, valen más que el escupitajo de un tísico.

Que los barran con escobas de alambre. Que rellenen los tanques con lejía y polvos de Zotal y echen chorros de desinfectante que arrastre a esa masa podrida y maloliente hasta las cloacas más profundas, con las ratas que son su especie, con los bichos que son su casta.

Son las infecciones de Mayo, la primavera tan mala para los contagios. Mucha flor con más miseria debajo. Cutrerío reciclado del '68 con resaca de botellona, porro y coca. Mierda hijos de la mierda.

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Por la mañana, cuando suena el despertador, al minuto, más puntual que el reloj, escucho el campanazo de la vida: -"¡¡¡¡...Buuuuttaaaannnooooooooooooo...!!!!!!!!!

Es un voz ronca, que suena y rebota entre las torretas de los bloques de pisos, por todo el barrio, con un pesado compás metálico marcado por dos bombonas vacías entrechocadas, para que suene más la voz del pregón.

El pregonero es un tio de veintipico años, ya con arrugas, canijo, con ese color del trabajo inconfundible, cetrino en la cara y el pecho blanco, con las marcas que dejan el sol del verano y el frio del invierno en los brazos arremangados, las huellas del pan con sudor, del trabajo de cada día, el gen inconfundible del hijo de Adán.

Tiene familia, esposa, cuatro hijos, y su madre impedida en casa. Todos en la misma casa en la que se come porque él trabaja con su cuerpo, tan chico, y su alma, tan grande. Que no sé cómo puede y aguanta, todos los días, bregar cargando y descargando un camión de bombonas de butano, desde las 7'30 de la mañana. Por las tardes trabaja de jardinero. Es un hombre. Y vale él sólo más que toda la morralla de los pseudo-indignados de Mayo y sus sponsors.

Gente como él no están en esos sitios, entre sinvergüenzas. Hombres como él no se juntan con esa tropa repugnante. Ni siquiera se enteran de qué está pasando porque están viviendo, no jugando.

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Esta madrugada debería granizar en la Ptª del Sol, un pedrisco recio como el que temen los labradores por Mayo, de esos que pelan el campo y tronchan los huertos.

Y que un rayo - ya que estamos - fulmine a los del capullo en el puño, la hoz y el martillo y el rojerío siniestro en general, esa piara infecta, esa canalla infame, esa costra apestosa, esos que se echan a la calle y cubren a sus perrunos cachorros rabiosos con disfraz de indignación.


¡¡¡Sabrá esa gentuza qué es indignación!!!!

n.b. Digo, contenidamente, "basura" por no usar/repetir un término más "escatológico", que sería más descriptivo del hecho en sí: Los 'indignados' de Ptª del Sol y sus remedadores son el infra-producto final, desechable, de una degeneración socio-político-cultural. Sólo podrían servir, en todo caso, para lo que sirve el estiércol: Abono fertilizante para nuevas siembras. Aunque cabe que ni siquiera valgan para eso. Todo estiércol no es apto, depende de cual sea su composición y procedencia; y estos, casi todos, devienen de compuestos altamente contaminados-contaminantes de procedencia la peor. Me temo.



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Un laico profesional-dicasterial


Tengo y mantengo una malísima, pésima opinión sobre los laicos profesionales. Llamo 'laico profesional' al especimen que vive y reina ejerciendo como laico. La especie es post-conciliar y ha ido medrando hasta el presente; cada vez son más, mandan más, y se señalan más. El jefe de todos ellos, el 'archi-laico' princeps laicorum omnium urbi et orbi ha sido exaltado, ultimamente, a un muy alto sillón dicasterial:

Guzmán Carriquiry, nuevo secretario de la Comisión Pontificia para América Latina

Estas novelerías, estos nombramientos, son como el termómetro que marca el grado febril de la afección crónica que nos debilita desde ya saben Uds. cuando.

En España también tenemos de esta clase, no todavía encumbrados a un arcedianato seglar ni a una dignidad de laico-mitrado. Todo se andará, todo en su momento. Me temo. Pero sin llegar a estos futuribles esperpentos, en España existen laicos profesionales que mandan más que un arzobispo. Entre ellos los nombrados por la CEE para esas empresas de la CEE, más los tres o cuatro de ese ente quasi logia del CEU-ANP, más el selecto elenco de la cúpula de prelaturas, caminos, movimientos y demás. Con todos juntos se podría bien formar una especie de 'segunda cámara', una especie de 'senado seglar' haciendo un dúplex de poder-ordeno-y-mando con la Jerarquía. Un mónstruo jerárquico-bicéfalo, o por el estilo.

Parece que se olvida (que se quiere olvidar) que la Jerarquía de la Iglesia ha sido, ex origine, por sacratísimo designio, sacerdotal-clerical. Y así debe seguir siendo, sin mixtificaciones que la desvirtuen y terminen degenerándola en pseudo-jerarquía por asociación promíscua de miembros extraños, no ordenados in sacris.

Una anécdota, real: Hace cinco o seis años, un prelado tuvo la genialidad de nombrar 'secretario diocesano de seglares-laicos' a un laico seglar. Se buscó y se eligió al más simple de la reunión (con perdón). Porque - como muchas veces suele pasar - los importantes, los auténticos pezzi grossi, no están para tonterías ni pamplinas y son personas ocupadas en cosas serias. Pero siempre hay un simple para una simpleza. Y se le nombró, con decreto sellado y rubricado por el canciller-secretario etc. etc. etc. Pues sucedió que invitaron al recien nombrado secretario laico del secretariado seglar a dar una conferencia sobre su especialidad, el tema de la secularidad laical, propiamente. Yo, que estaba invitado a la conferencia por fuerzas mayores que no puede eludir (y hasta tuve que presidir la mesa de la presidencia del acto, ¡vaya por Dios!), procuré poner la cara más antipática de las que pongo (habilidad gestual que me sale la mar de bien, espantoso el semblante, hasta el punto de que no hay quien se me arrime, salvo afectos y amistades); así evité que el personajete laico-oficial, una vez saludado protocolariamente, entrara en más intimidad. Como me temía, el sujeto se había infatuado petulantemente con su nombramiento y, a mitad del discurso, dijo esto:

- "...Porque yo soy jerarquía, puesto que tengo un nombramiento del Sr. Arzobispo y le represento, con autoridad delegada..." (sic).

No me levanté de la mesa porque no quise provocar malestar ni ser descortés. Pero sí volqué la jarra del agua encima del conferenciante, sin querer, of course (y sin demasiada maña porque no se empapapó como yo supuse, ¡cachis!). Al terminar el acto dirigí al 'jerarquía' un par de apostillas de esas te dejan en descubierto casus belli. Le expuse con pocas palabras que ya tenía uno suficiente con el Ordinario del lugar para tener que soportar jerarquía subalterna, y encima 'laica'. Desde entonces nos evitamos caritativamente, con virtuosa circunspección.

Los interesados sabrán dónde y cuándo, passim, se dijo y proclamó mil veces que entrábamos en el tiempo y época de los seglares, conque el nombramiento del súper-laico Guzmán Carriquiry entra dentro de lo previsto y anunciado.

Don Carriquiry jerarquía (la primera vez que lo oí nombrar, yo era de tierna edad, recuerdo) debe ser una pieza de valor, porque el personaje llegó a Roma en tiempos del Papa Montini y se ha mantenido en su puesto de laico-oficial bajo 4 pontificados. Y corriendo-subiendo en el escalafón. Conque tonto no es. Pero pastelero y componentista de arreglos, pactos y apaños sí que debe serlo, en grado sumo. Un experto, diria yo, en laberintos cuarialescos, despachos de monseñores y audiencias cardenalicias.

Total, que a la galería horripiladora de diplomáticos de nunciatura en paonazzo, se suman ahora estos nuevos elementos 'jerárquicos' que aspiran a más y ocupan sillones dicasteriales, desenvueltos y con aires de suficiencia, como si fueran un monseñor de cámara (no sé si también tendrán, realmente, título de 'monseñor'; no sería nada extraño).

Lo peor vendrá cuando a algun vaticansegundero fémino-progresista se le ocurra proponer la cuota de hembras y avancen ellas, tan estimuladas y decididas como están a sentarse en un sillón de mandar y titularse 'monseñoras'.

¡San Pedro nos libre!.

p.s. Por cierto que el destronado Navarro-Valls tuvo, siendo simple laico, más poderío e influencias que un mayordomo inglés (de los de novela de Wodehouse). Ahora vende dragones.

+T.